Escoger un vino

Escoger un vino

Recomendaciones para escoger un vino

Puede que tengamos una cita importante o estemos en un restaurante y no sepamos qué vino va mejor con lo que vamos a comer. Os propongo unos consejos básicos para no encontrarnos en un apuro.

Primero de todo...

¿Qué vino escojo?

Primero de todo deberás tener claro qué características buscas para cada ocasión. Puedes visitar una tienda especializada y pedir recomendación si eres nuevo.  ¿Ligero o con cuerpo? El peso del vino en la boca define su cuerpo. ¿Dulce o seco? ¿Suave o intenso? Los vinos que tiene poca acidez se consideran vinos suaves mientras que los vinos más ácidos tienden a ser más intensos.

Las variedades de vino blanco más populares son el Reisling, Chardonnay, Pinot Grigio y el Sauvignon Blanc.

Las variedades de vino tinto más populares son Zinfandel, Cabernet Sauvignon, Merlot y el Pinot Noir.

Para acompañar una comida deberás tener en cuenta diferentes factores. Los sabores deben complementarse. Los ácidos del vino, igual que los de la cerveza limpian la sal del paladar.

Si vas a empezar con algo de queso acompáñalo con Rosé seco, tiene la acidez del vino blanco y el sabor afrutado de un tinto.

Si vas a comer carnes rojas o cerdo deberás escoger un tinto como el Cabernet o Bordeaux. Refrescan el paladar después de cada bocado.

Si vas a comer pescado grasos o salsas cremosas deberás escoger un Chardonnay, te aportará la suavidad para conseguir el contraste.

El Zinfandel es el correcto si vas a comer un postre con chocolate amargo. Debes escoger un vino más dulce que el postre en sí.

 

¿Cómo combino los sabores?

-Ácido: los alimentos muy ácidos anulan el sabor del vino, así que evita combinar vinagres, vinagretas y aderezos ácidos con vino. La acidez perdura en el paladar, puede ocultar el tanino y la amargura y endulzar el sabor del vino. Por el contrario, un vino ácido de complementarse con una comida baja en acidez.

-Amargo: es el sabor que más perdura y es capaz de ocultar los taninos, resaltar la dulzura y ocultar los taninos. Los tintos jóvenes combinan bien con aceitunas y verduras amargas como la rúcula.

-Dulce: es fácil de percibir y no perdura mucho en el paladar. Minimiza la acidez y la amargura del vino. Si la comida es demasiado dulce suprimirá el sabor del vino. Los postres se pueden degustar con un Oporto o un Muscat.

-Salado: perdura y es fácil de reconocer. Aumenta la amargura, resalta la dulzura y esconde los taninos. Los vinos dulces combinan bien con alimentos salados.

-Umami: aplaca los taninos y resalta la dulzura. Para acompañar sopas, consomés, miso, caldos o carnes asadas la mejor opción son vinos con alto contenido en tanino.

 

¿En qué copa lo sirvo?

Las copas de vino tinto suelen ser más grandes que las copas de vino blanco. Debe ser así porque los tintos necesitan respirar.

Cuando busques copas para servir un vino blanco, deberás escoger la que tengan un cáliz angosto y con una apertura apuntando hacia afuera. Así se concentra el aroma y la intensidad de su sabor durará más.

El tinto necesita respirar para que su sabor se concentre, para servirlo deberás usar copas más grandes con un cáliz ancho para que se pueda oxigenar. El vino tinto tiene un sabor más marcado cuando respira.

Hay que sostener las copas siempre por el tallo, no por el cáliz, si no se calentará demasiado rápido.

 

¿A qué temperatura?

Para disfrutar de un vino al máximo, asegúrate de servirlo a la temperatura adecuada.

Los tintos deben tomarse ligeramente más fríos que temperatura ambiente, entre 13 y 18 grados. Para conseguir la temperatura ideal colócalo en un cubo con hielo o en el congelador unos 10 minutos antes de servirlo.

Los vinos blancos se toman fríos, a una temperatura de entre 5 y 9 grados. Es recomendable que pongas las botellas en la nevera y las dejes reposar fuera unos 20 minutos antes de servirlo.

 

¿Cómo lo sirvo?

Se sirven de maneras diferentes. Te has de asegurar de servir la cantidad adecuada para disfrutar de la mejor experiencia.

Para servir un vino blanco, envuelve con una servilleta el cuello de la botella para aislarla de la temperatura ambiente. De esta manera tus manos tampoco la calentarán. Sirve hasta un tercio de la copa, aproximadamente unos 90 ml.

Para servir un vino tinto, al estar a temperatura ambiente no deberás envolver la botella en una servilleta. Sirve la mitad de la copa, aproximadamente unos 120 ml.

Para no derramar vino, gira la botella hacia arriba y sobre el vaso cuando lo acabes de servir.

Posted on 11/08/2016 by Stella Splendor SplendorBOX 0 873
Tag: vino

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